Los militantes y las militantes de ACO intentamos seguir a Jesús y esta pulsión apostólica la concretamos en muchos y variados compromisos en ámbitos como la acción social de la Iglesia, las asociaciones, el mundo de la economía social y solidaria, al trabajo y en el sindicalismo, en el hogar familiar… Encontraréis una pequeña aproximación de esto en un artículo en que conocemos los primeros resultados del mapa de la militancia. Son espacios donde, como indica el inspirador lema de este curso, estamos apasionados por hacer el bien. Y en el actual contexto social, esta tarea es más necesaria que nunca.
El IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España es todo un baño de realidad que pose en cuestión los deslumbrantes datos macroeconómicos: el Estado español sufre un proceso de fragmentación social marcado por la contracción de la clase media y el aumento de la desigualdad, una de las más altas de la Unión Europea. El Informe también destaca que 4,3 millones de conciudadanos viven en situación de exclusión social severa (un 52% más que en el 2007), muchos de los cuales son beneficiarios de las entidades civiles y eclesiales en que muchos militantes cristianos se comprometen.
La vivienda ꟷtema al cual dedicamos un amplio dossierꟷ, la ocupación, la educación, la salud, la igualdad de género o la transición energética son los grandes temas que afectan a la inmensa mayoría de la población, que merecen un debate social, una concertación política y una concreción de medidas, muy por delante de otras políticas, como por ejemplo, el rearme. “Necesitamos un nuevo pacto social que ponga en el centro la justicia, el bien común y el bienestar compartido. No somos individuos aislados, dependemos los unos de los otros y de la naturaleza”, reclamaba el secretario técnico de la Fundación FOESSA y coordinador del Informe, Raúl Flores.
Desde los movimientos de Pastoral Obrera, como la ACO, nos sentimos llamados a recoser esta sociedad que Dios aprecia, a hacernos conscientes que el neoliberalismo nos embrutece, nos divide y nos separa, cuando necesitamos más que nunca hacer comunidad. Así, pues, enfocamos nuestro esfuerzo y nuestra esperanza en continuar construyendo el Reino de Dios. Con la inspiración de sabios que nos hemos ido encontrando en el camino, como el profesor Josep Rius-Camps, a quién entrevistamos hace cuatro años (Luzysal n. 14) y que este noviembre ha traspasado al Padre: «El testamento de Jesús es empezar algo totalmente nuevo: una comunidad de personas libres y liberadas. Los seguidores se van dando cuenta con el tiempo. El modelo de Jesús no es una iglesia (edificio, pirámide, jerarquía), sino una comunidad de iguales, de hermanos que se relacionan con otras comunidades de hermanos».




