Los departamentos de Pastoral de la Salud y Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española han hecho público el comunicado “El trabajo decente: un bien para la salud mental” con motivo del Día Mundial por la Seguridad y la Salud en el Trabajo que se celebrará el próximo 28 de abril. Los firmantes alertan sobre la situación de tantas personas que, por padecer una enfermedad mental no pueden acceder a una ocupación y aquellas otras que debido a las condiciones laborales acaban sufriendo alguna enfermedad mental.
Los problemas de salud mental afectan a alrededor de 75 millones de personas en Europa, y a 8 millones de personas en España, siendo los más habituales la ansiedad y la depresión. “Las personas con problemas de salud mental tienen, al igual que el resto de ciudadanos, derecho al trabajo”, recuerdan, ya que la Federación Mundial de la Salud Mental estima que alrededor del 80% de los individuos con trastornos mentales serios se encuentran parados, mientras que un 70% quiere trabajar.
Varias citas de la Doctrina Social de la Iglesia apuntalan los argumentos a favor de la atención a las condiciones de vida y laborales de las personas, el respeto a la dignidad y la creación de espacios seguros y acogedores para garantizar el bienestar integral. Es el caso de Caritas in veritate, del papa Benedicto XVI: “Cuando la incertidumbre sobre las condiciones de trabajo debido a la movilidad y la desregulación se hace endémica, surgen formas de inestabilidad psicológica, de dificultad para abrirse caminos coherentes en la vida” (CV, 25).
“En las Unidades de Salud Laboral vemos, sobre todo y cada vez más, trastornos de salud mental de tipo ansioso y depresivo, sobre todo. Estos trastornos se han incrementado después de la pandemia; antes representaban el 60-70% de casos, en la actualidad, y post COVID, estamos al 80 y 80 y pico por ciento de casos notificados por parte de la atención primaria”, indicaba en entrevista al espacio Llevat dins la pasta de Ràdio Estel, Immaculada Cortès Franch, médico, y jefa de Servicio de Salud y Trabajo (SERSiT), y de la Dirección del Observatorio de Salud Pública (DOBSAL) de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
En esta entrevista, la Dra. Cortès se refería a los determinantes sociales de la salud, que “son aquellas circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. Estos factores son la vivienda, la educación, el entorno donde vives o el trabajo y las condiciones de trabajo, que son muy importantes”. Y continuaba: “Desde este punto de vista, hay diferentes aspectos del trabajo (y sus condiciones) que afectan a la salud mental, específicamente. Por ejemplo, el hecho de estar en paro, las situaciones de precariedad como los bajos salarios, la incertidumbre, etc. Y después está el gran grupo de los riesgos psicosociales del trabajo, que sabemos que también tiene un impacto muy importante en la salud de las personas y, específicamente, en los trastornos de salud mental, entre otros. Los infartos, por ejemplo, hay evidencia científica muy sólida de que una de las causas son los riesgos psicosociales en el trabajo.”
Puede escucharse la entrevista a continuación: