Desde 1890, el 1 de mayo ha sido reconocido como un día de protesta y reivindicación de los derechos de los trabajadores. También es una jornada para celebrar los logros y conquistas de la clase trabajadora. En esta ocasión, el Movimiento Mundial de los Trabajadores Cristianos (MMTC) invita a sus miembros a unirse a otros trabajadores de todo el mundo, con el fin de “llamar siempre la atención sobre la dignidad y los derechos de quienes trabajan, condenar las situaciones en las que se vulnera esta dignidad y estos derechos, y ayudar a orientar los cambios necesarios para asegurar un auténtico progreso del ser humano y de la sociedad” (Juan Pablo II, encíclica Laborem Exercens). En 2025, esta convocatoria se lanza a través de este mensaje desde la Isla de la Reunión.

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